«La última crecida había destruído nuestro muelle. Había que repararlo, pero decidimos hacerlo con una obra duradera. Pensamos primero en extendernos unos 20 metros y elevar el nivel del paredón de contención más de 1 metro para que no nos vuelva a pasar lo mismo. Después hubo que rellenar lo que habíamos levantado y ahí fuimos a golpear las puertas de la Municipalidad, donde siempre nos reciben muy bien. El intendente se puso a disposición y llegaron las máquinas para rellenar con tierra. La bajante histórica nos permitió encerrar los pilotes con hormigón y unir la estructura del muelle viejo al muelle nuevo. Después se nos ocurrió extendernos un poco más. Teníamos unos caños que nos habían regalado, y acordamos con una empresa para que pueda clavarlos. Finalmente decidimos poner durmientes de vías en el piso, que son eternos. No hay en la zona nada parecido, los pescadores están enamorados de este muelle. Quiero agradecer a la comisión directiva, que están día a día trabajando desinteresadamente, a Javier Diaz que estuvo a cargo de la obra y los empleados que trabajaron en plena pandemia. Y lo más importante, a los socios, especialmente a los que no nos abandonaron en pandemia y siguieron colaborando con el club».
Mario Díaz, presidente.